lunes, 7 de julio de 2014

Ingreso y ganancia no es lo mismo



Eso lo sabe todo dueño de negocio. Ingresar dinero no es lo mismo que ganárselo. Una parte del ingreso se convierte en ganancia sólo después de que se cubren todos los costos y gastos del negocio, incluyendo los intereses y los impuestos. La verdad más elemental de los negocios es, precisamente, que la generación sostenible de ganancias requiere que el dinero sea meticulosamente administrado.

Curiosamente, sin embargo, en el manejo de nuestras finanzas personales parecemos ignorar esta realidad.

En efecto, lo usual es que tomemos decisiones de consumo, adquisición e inversión sin tener conciencia clara del excedente neto que generamos en un período de tiempo. Simplemente apostamos a que los ingresos del futuro serán suficientes para cubrir tanto nuestras necesidades como los compromisos financieros que nuestras decisiones van creando.

En realidad deberíamos manejar nuestros ingresos con el mismo criterio que lo maneja un negocio bien gestionado, comprendiendo que la mercancía de nuestro “negocio particular” es el tiempo. Eso es lo que “vendemos” todos los trabajadores particulares: el uso de nuestro talento por un tiempo determinado.

Por tanto, igual que el comerciante sabrá si ganó dinero en un período específico cuando le quede dinero luego de cubrir todos los costos y los gastos, sabremos si nuestro trabajo nos dejó alguna ganancia si logramos retener – y ahorrar – una parte del salario devengado. De otra forma, si consumimos todo el salario del período, sería el equivalente a que el negocio opere sin beneficios.

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