lunes, 17 de junio de 2013

La difícil tarea de decir no a los hijos

Está claro que la crianza de los hijos está en prohibir y permitir. Es el papel de los padres guiar a sus niños por el camino que entiendan como el mejor, pero no necesariamente las decisiones de los adultos serán entendidas por los pequeños como las mejores. Aquí es donde debe entrar el carácter. Es imperante que todo padre entienda que para criar hijos emocionalmente sanos debe articular con alta frecuencia la palabra “no”. “Este debe decirse sin titubeos, de manera firme, cada vez que sea necesario. Por ejemplo, cada vez que el niño pida algo que no puede tener o se entiende que no es el momento de dárselo. Se debe decir no como respuesta a algo solicitado y que él no merece”, explica la terapeuta infanto juvenil Claudia Simó. Señala que los padres deben amar a sus hijos lo suficiente como para tener presente que el esfuerzo, los sacrificios, el trabajo duro y la moderación no significan el fin de la felicidad de su hijo, son -por el contrario- las experiencias por las cuales desarrollarán las cualidades que precisan para disfrutar plenamente todo lo que les va ofrecer la vida. Cómo explicarles el porqué de esa respuesta. La directora de Alas Formación & Apoyo Parent Coach indica que sencillamente diciéndole que no se puede, dándole una respuesta clara y puntual, entendiendo que el padre debe recordar que su misión no es evitarle frustraciones a su hijo, sino enseñarle a manejarlas adecuadamente y desarrollar la tolerancia necesaria para enfrentar los retos que la vida le traerá. “No importa la edad del niño, el padre debe informar que no se puede dando una razón honesta, clara y puntual, sin caer en ruegos, suplicas, justificaciones, ni excusándose por su respuesta”. Un ejemplo que pone la especialista en conducta humana es que si el niño solicita quedarse viendo televisión a la hora de comer, el padre debe responder: “No, debes venir inmediatamente, porque todos estamos esperando y la comida se enfría”. “Hacer esto no significa que a su hijo le gustará su negación. Y es justo allí donde el tendrá la oportunidad para practicar y lograr ejercer el autocontrol, el manejo adecuado de la frustración y la ira”, indica. La reacción. Si el niño reacciona negativamente al “no” de los padres, Simó aconseja que el padre sea firme al ofrecer su respuesta, sin importar que el hijo recurra a la manipulación, rabietas o “malcriadeces” y recuerda que jamás debe olvidar su rol como líder en el hogar, un líder que debe representar autoridad y fortaleza. “Si el padre se deja seducir por la ira o la frustración ante las rabietas, se proyectará ante su hijo como un padre débil e intimidado, por lo que no transmitirá la fortaleza que precisa para que se sienta seguro de que hay alguien superior que lo guiará hasta que él pueda hacerlo por sí mismo”, resalta la profesional. Recomendaciones. La psicóloga recomienda a los padres nunca olvidar que son la “conciencia” de sus hijos, “y mientras estos no tengan la edad suficiente para valerse por sí mismos, son los padres quienes deben promover y ofrecer las oportunidades para que sus hijos desarrollen la fuerza de voluntad, autocontrol, perseverancia y la capacidad de lucha que precisan para superar los momentos difíciles de la vida. Todo padre debe enseñar a su hijo la relación esencial que existe entre el esfuerzo y el logro, entre la perseverancia y la obtención de las metas. Todo padre debe ser lo suficientemente valiente para apoyar a su hijo en las adversidades, las pérdidas o las privaciones en vez de evitárselas”, concluye la especialista.

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