martes, 11 de agosto de 2015

OPINION: Tilapias: Un pequeño gran plan



Por Silvio Herasme Peña.-

El hecho ostensible de la expansión sublime, para unos y catastrófica para otros, de las aguas del legendario Lago Enriquillo, debe ser asumido por el gobierno de Danilo Medina con el mejor ánimo, como dice el pueblo, de sacar fuerzas de fl aquezas.

El presidente Danilo Medina, también su gobierno, deben asumir un compromiso sagrado y formal, con las familias desvencijadas por la inundación de sus tierras de trabajo y subsistencia por ese hermoso espejo de agua. Ese esfuerzo debe hacerse no solo para remediar su tragedia, sino para elevarlos a un productivo nivel de vida.

De hacerlo, sería uno de esos pequeños planes que transforman la vida de toda una región, en este caso el Suroeste del país; que incluiría a las provincias de Barahona, Baoruco e Independencia.

En esas tres provincias deben vivir poco más de un millón de personas, reputadas como del grupo de las más pobres del país de la geografía nacional. Ha sido el presidente Danilo Medina, precisamente, quien ha proclamado que “ha llegado la gran oportunidad del Sur”.

El habitante promedio de las tres demarcaciones probablemente reciban al año ingresos muy inferiores a la media del resto de los dominicanos de otras provincias, y es cierto que ya se construyó Boca de Cachón, pero es obvio que tener una casa, un alcalde, una escuela e incluso un hospital, si bien es una conquista inmensa, todavía no lo es todo.

El gobierno de Danilo Medina acaba de entregar tierras y facilidades a los desheredados del Lago Enriquillo, pero se le puede dar un inmenso empujón productivo si además de esas reivindicaciones legítimas, también se implementa un “Gran Plan de Producción de Tilapias”. Un pez introducido hace muchos años en el país y que ha servido de sustento para uno, y de alimentos para otros a través de los años.

El pequeño “Gran Plan” que propongo, y creo que no soy el único que lo ha hecho, implicaría una transformación dramática en el estilo de vida y de producción de la región.

Me refi ero a un estudio de las aguas periféricas del enorme Lago Enriquillo, cuyas orillas reciben el impacto de las aguas dulces que se les fi ltran de los rios Yaque del Sur, Panzo, Galván, El Manguito y Las Damas, que terminan enriqueciendo las orillas de ese gran gran cuerpo hídrico.

Lo que se debe hacer con el estudio de las orillas del lago es determinar en qué lugares se pueden instalar jaulas metálicas en donde se puedan cultivar tilapias en gran cantidad que servirían de alimentación a los pobladores de esa región, de otras personas en las distintas regiones del país y hasta en Haití. Consumidores no faltarán como no faltan quienes compran y consumen la pescadería que existe en la presa de Hatillo, en Cotuí.

¿Cuál sería el costo de un proyecto de esa naturaleza, no lo sé?, pero expertos nacionales y consultores extranjeros que pueden darle forma al mismo. Determinar la eventual inversión que implique y los benefi - cios que resultarían en empleos permanentes de personas que actualmente carecen de ingresos fi jos para sostener y educar a sus hijos.

No todo se puede realizar de un día para otro, pero si el presidente Danilo Medina lo asume como una preocupación básica de su actual o inmediato gobierno, complementaría la ingente obra que realizó en Boca de Cachón.

Sería como bufear el crecimiento del Lago Enriquillo haciendo ver, si cabe, que a las peores circunstancias negativas se les pueden sacar acciones muy productivas, permanentes y positivas. Entonces el presidente Medina podría decir con orgullo que es verdad, que no fue demagogia anunciar, que ha llegado la Hora del Sur.

Sería como propalar que las tilapias estimularían también el turismo. Y todo esto, sin menoscabo de la construcción de la presa de Monte Grande como lo demanda el dinámico senador de Barahona Eddy Mateo.

Si dependiera de mí yo proclamaría, sin pensarlo dos veces: ¡Manos a la obra!.

No hay comentarios: