miércoles, 26 de agosto de 2015
El nuevo síndrome del siglo XXI: el cuello del mensaje
Al agachar la cabeza para mirar el móvil ‘obligamos’ al cuello a permanecer curvado y esto no sólo acaba provocando problemas a nivel dorsal y lumbar, a la larga también puede terminar dañando otras partes del cuerpo.
Por ello, la revista médica Surgical Technology International ha advertido de que mirar con frecuencia la pantalla de nuestro móvil puede ser perjudicial para nuestra columna vertebral. Al mirar el móvil obligamos al cuello a soportar 27 kilos y si tenemos en cuenta que la cabeza de un adulto pesa sólo entre 4 y 5 kg, ya puedes imaginar el esfuerzo que éste debe realizar.
Éste movimiento se ha convertido en algo habitual en nuestras vidas. Lo hacemos al caminar, en el autobús, mientras trabajamos o comemos, en el gimnasio e incluso… en el baño. Estamos ‘curvados’ entre 700 y 1.220 horas al año.
La flexión de cuello mantenida hace que se acorte toda la musculatura anterior y se sobrecargen los trapecios. Este gesto hace que -poco a poco- se vayan adelantando las siete vértebras cervicales (como si se montaran unas sobre otras), lo cual acaba provocando una ‘posteriorización’ del disco.
El síndrome del cuello de mensaje es una consecuencia del uso diario e indiscriminado de los smartphones y las tablets. Y cuanto más inclinamos nuestra cabeza hacia delante, más tensión ejercemos sobre nuestra columna.
Según el estudio, una cabeza humana pesa de media entre 4 y 5 kilos pero al inclinarla para mirar la pantalla del smartphone, la tensión que ejerce sobre la columna aumenta hasta alcanzar los 27 kilos si doblamos el cuello unos 60 grados.
Entre los síntomas más comunes de esta dolencia están el dolor de cabeza leve, dolor muscular del cuello y/o la espalda, dolor de las articulaciones de las manos (principalmente los pulgares), y alteraciones de la vista como visión borrosa o “cansada” y vértigo.
Todo se debe a una mala postura al manejar estos dispositivos:
1. La cabeza inclinada sobre el tórax, ya sea ser por periodo de tiempo corto o largo (los adolescentes chatean durante horas), ocasiona la inflamación de los músculos que involucran a la espalda y el cuello. 2. Al mirar la pantalla se fuerza la vista ya que el ojo debe adaptarse a una distancia muy corta, lo que va propiciando la vista cansada. Después, se produce un cambio brusco de la amplitud visual, lo que provoca el vértigo y/o mareo.
3. La forma de sostener el teléfono móvil y de teclear inflama los tendones, los ligamentos y las articulaciones de ambas manos, desencadenando el dolor o cansancio en dichas extremidades. Lo ideal sería colocar el móvil a la altura de los ojos para no tener que inclinar la cabeza así como mantener una adecuada postura al escribir, con la columna erguida y la pantalla a una distancia en la que no se fuerce la vista.
Se aconseja escribir de manera lenta, en periodos cortos y, para evitar los cambios bruscos de ampliación visual y los accidentes, sin ir caminando. Además se deben evitar los cambios bruscos de temperatura; al terminar de utilizar el teléfono evita el contacto con un recipiente frío o lavarte las manos con agua fría, ya que esto también afecta las articulaciones de la mano
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