Sin importar la época, la infidelidad sigue conservando su concepto original y simple: es la traición a la confianza de la pareja a través de secretos. Aunque, para el psicólogo Esteban Cañamares, “las prácticas consideradas como engaño o no, solo pueden ser determinadas por cada pareja”.
Y si es así, ¿por qué va en aumento? Ejemplo, entre el 40% al 50% de los adultos han sido infieles alguna vez en su vida. Incluso, un estudio de la Universidad de Harvard sugiere que el día miércoles es el preferido por las personas para realizar una infidelidad.
Diferentes, pero igual de dolorosos…
Así como las personas son diferentes, también lo es la infidelidad. el articulo publicado en el portal Salud 180 muestra los tres tipos de infidelidad, con información de la The Relationship Institute. ¿Perdonarías alguno?
1. Infidelidad por miedo
En ésta la persona es controlada por tres temores: intimidad (ser subyugado en una relación), compromiso y ser indigno al amor que la pareja le profesa.
2. Infidelidad por soledad
En este caso, el infiel experimenta un sentimiento y anhelo por “recuperar su vida”, ya que se encuentra en una relación conflictiva, limitante y sin éxito en la intimidad. Esto ocasiona que sienta una soledad, donde sus expectativas de cercanía se van reduciendo.
3. Infidelidad por ira
La persona es controlada por una creencia distorsionada de que sus relaciones deberían cumplir con todas sus necesidades, y que la decepción es inaceptable. En éste las infidelidades son constantes y ocurren en cualquier momento.
La infidelidad lacera la autoestima de quien ha sido traicionado pues a menudo piensa que no ha sido lo suficientemente buena para el otro y que no ha sido capaz de satisfacer sus expectativas y necesidades”, afirma la psicóloga Rosario Linares.
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