lunes, 20 de abril de 2015
Los nódulos tiroideos
Doctor Einar Enmanuel Rodríguez Lahoz
Médico endocrinólogo del HGPS
Los nódulos tiroideos son unas de las condiciones más prevalentes en la población y uno de los motivos más frecuentes de asistir a consulta del endocrinólogo debido al gran avance tecnológico y uso de los estudios de imagen en los últimos años.
Los nódulos se presentan con mayor incidencia en mujeres que en hombres y generalmente en la etapa reproductiva de su vida (20-40 años).
El término nódulo tiroideo se refiere a un crecimiento anormal de las células del tiroides que forman una masa dentro de la glándula tiroides.
Aunque la mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, existe una pequeña proporción de estos nódulos que pueden contener células malignas (cáncer de tiroides).
Para poder diagnosticar y tratar el cáncer de tiroides en sus fases tempranas hay que realizar algunas evaluaciones médicas y de imagen.
Causas y frecuencia de los nódulos tiroideos. No sabemos de manera exacta qué causa la mayoría de los nódulos tiroideos, pero son extremadamente comunes.
En algunos estudios se ha encontrado que al llegar a los 60 años cerca de la mitad de las personas tienen un nódulo tiroideo que puede ser encontrado al realizársele a la persona un examen físico o una prueba de imagen. Afortunadamente más del 90 % de los nódulos son benignos.
La tiroiditis de Hashimoto está relacionada con un riesgo incrementado de nódulos tiroideos, esta condición junto con la deficiencia de yodo son las causas más frecuentes de nódulos tiroideos, otras causas relacionada son el tabaco, radiación al cuello, hipotiroidismo, hipertiroidismo, cáncer y enfermedades genéticas.
Síntomas de un nódulo tiroideo. La gran mayoría de los nódulos tiroideos no causan síntomas. A menudo pueden ser descubiertos de forma incidental en un examen físico de rutina o al realizarle pruebas de imágenes en el cuello, como una tomografía, un doppler o ecografía que no fueron indicadas para evaluar el tiroides.
Ocasionalmente los pacientes o sus amigos o familiares pueden darse cuenta de que una persona tiene un nódulo tiroideo al notar una pequeña protuberancia en su cuello cuando se miran al espejo, cuando se abotonan una camisa o blusa en la parte alta del cuello o al colocarse un collar.
Ocasionalmente, el funcionamiento anormal de la tiroides es la causa de que el nódulo tiroideo haya crecido y sea encontrado por el paciente.
Los nódulos tiroideos pueden producir exceso de hormonas tiroideas causando hipertiroidismo. Sin embargo la mayoría de los nódulos incluyendo aquellos que son cancerosos son realmente nódulos no productores de hormonas lo cual significa que las pruebas de hormonas del tiroides son normales. Raramente los pacientes con nódulos tiroideos se quejan de dolor en el cuello, mandíbula u oído. Si un nódulo es lo suficientemente grande puede llegar a comprimir la tráquea o el esófago, lo cual puede causar dificultad para respirar. Tragar o causar una “sensación de nudo en la garganta”. Incluso es menos común la disfonía (ronquera), la cual se presenta si el nódulo invade el nervio que controla las cuerdas vocales, pero esto usualmente se relaciona a cáncer de tiroides.
Evaluación del nódulo tiroideo
Una vez que es diagnosticado un nódulo tiroideo, el médico tratará de determina si el tiroides está funcionando adecuadamente, la glándula tiroidea se puede afectar por un hipotiroidismo o un hipertiroidismo. El médico también querrá saber si la glándula ha crecido y si tiene uno o varios nódulos tiroideos. Las pruebas iniciales de laboratorio pueden incluir la medición de hormona tiroidea (tiroxina o T4) y hormona estimulante del tiroides (TSH por sus siglas en inglés) en tu sangre y así determinar si tu tiroides está funcionando normalmente. Debido a que no se puede determinar por examen físico ni pruebas de laboratorio si el nódulo tiroideo es portador de cáncer o no, es necesario realizar pruebas especializadas como son la ultrasonografía y la biopsia sono-dirigida con aguja fina del tiroides. La ultrasonografía del tiroides es una herramienta esencial para la evaluación del nódulo tiroideo. La sonografía usa ondas de sonido de alta frecuencia para obtener una imagen de la tiroides. Este estudio es muy preciso y puede fácilmente determinar si un nódulo es sólido o está lleno de líquido (quiste), también puede determinar de forma exacta el tamaño de un nódulo. La ultrasonografía puede ayudar a identificar nódulos sospechosos debido a que existen algunas características que son más frecuentes en los nódulos tiroideos que tienen células cancerígenas. La ecografía del tiroides puede identificar nódulos tiroideos que son muy pequeños para ser palpados durante el examen físico. La ultrasonografía también puede ser usada como guía para la realización directa de la PAAF (punción aspiración con aguja fina) cuando el médico piensa que un nódulo requiere una biopsia. Una vez que se complete la evaluación inicial del nódulo tiroideo, la ultrasonografía se utiliza para mantener un seguimiento cercano del nódulo y saber si requerirá una cirugía o si va a crecer o disminuir. La ecografía del tiroides no es dolorosa y es un método económico y sencillo para evaluar el tiroides.
Otras pruebas diagnósticas y tratamiento
Gammagrafía tiroidea. Los rastreos nucleares de la tiroides (gammagrafías) eran realizados frecuentemente en el pasado para evaluar los nódulos tiroideos; sin embargo, el uso de la ecografía del tiroides y la biopsia ha demostrado que son precisos y sensibles, por lo cual la gammagrafía ha dejado de ser el método de evaluación de primera línea. Los rastreos nucleares de la tiroides todavía representan un método de evaluación importante en los nódulos que causan hipertiroidismo. En estos casos la gammagrafía nos ayuda a decidir que nódulos deben de realizársele la biopsia. Diagnóstico molecular. Todavía hay pruebas que se están evaluando para poder determinar si un nódulo es benigno o maligno, una de las más modernas es la prueba molecular, que examina los genes en el ADN de los nódulos tiroideos. Estas pruebas pueden proporcionar información adicional del nódulo tiroideo y pueden decir si es benigno o maligno. Generalmente se utilizan cuando el resultado de la PAAF resulta indeterminado. Lamentablemente, estas pruebas, al ser costosas, solo están disponibles en centros médicos altamente especializados. Todos los nódulos tiroideos que portan células malignas, o que son altamente sospechosos de tener células cancerosas deben ser extirpados quirúrgicamente por un cirujano experimentado en este tipo de cirugías. La mayoría de los cánceres de tiroides son curables y raramente representan amenaza para la vida del paciente. Los nódulos tiroideos que son benignos por biopsia PAAF o que son muy pequeños para realizársele una biopsia deben de ser vigilados periódicamente y de manera cercana con una ultrasonografía del tiroides cada 6 a 12 meses y con una evaluación física por su médico endocrinólogo.
La cirugía también puede ser una opción de tratamiento para los nódulos benignos por biopsia si el nódulo sigue creciendo, si cambia sus características ecográficas, si causa síntomas de efecto de masa en el cuello o existe alguna duda sobre la posibilidad de un cáncer en dicho nódulo.
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