martes, 8 de abril de 2014
OPINION: Limoneros y los agricultores de los Ríos
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA. Articulo enviado a ECOS DEL SUR
Se ha dicho, que la necesidad es madre de la ciencia, y el hombre, en base a superponerse a las adversidades, va escalando escaños en la vida, que le permiten salvar situaciones, que acto seguido, son adornadas con otros retos más y se convierte en un escalón sin fin, así también, con las enfermedades y sus remedios.
El limonero, árbol perenne, que alcanza más de 4 metros de altura, cuyo fruto es muy preciado, necesario y casi imprescindible en la vida del dominicano. Es atacado por diferentes enfermedades, entre ellas la llamada Tristeza, Virus (Citrus Tristeza Virus), con la cual, en la práctica agrícola que conocemos, solo se controla o combate, eliminando el árbol afectado, imagínese usted, amigo lector(ra.), un árbol, que para conseguir su plenitud de producción en nuestro territorio, el sur, se lleva un mínimo de cinco años, por la adversidad de condición y clima, acelerado ahora, en la región Enriquillo, por los altos niveles de humedad relativa del aire, potenciada por la gran crecida del lago Enriquillo.
Hace varios años, conocimos en nuestra región una plaga de arañitas, que con sus telas, envolvían y casi aniquilaban el árbol y una tercera amenaza que vimos en su momento, lo era una planta parasitaria, llamada por nosotros, Fideo, a lo mejor, por ser tan parecidos, recordamos un limonero inmenso que hubo en nuestra casa de nacimiento, en la calle Duarte #16, de don Néstor Matos y doña Canela, nuestros padres, de la comunidad de Neiba, este árbol, por su inmenso tamaño y alta producción y tamaño de su fruto, fue admiración del profesor Juan Bosch, doctor Peña Gómez, Manolo Fernández Mármol, Salvador Jorge Blanco, don Antonio Guzmán Fernández, Jacobo Majluta y otros tantos líderes nacionales que visitaban la residencia, a punto tal, que se decía, era la mayor y portentosa del país, que era lo máximo que habían visto en sus recorridos, fue derribada hasta su muerte por el Fideo.
En la comunidad de Los Ríos, de esta provincia, los agricultores a los que el lago Enriquillo no le ha quitado sus siembras de limón, atacados en su producción, por una cuarta plaga, “los Ladrones”, han tenido que ingeniárselas, reuniéndose con todo el sector, productor y comprador, reglamentar un centro de acopio, donde al recibir el producto por saco, identificándolo con un creyón e hicieron, ayer precisamente un levantamiento e identificación de todo el sector, con lo que se llegó a las siguientes cifras, 21 ladrones de limones, en dicha reunión, habían diez, siete nacionales haitianos y tres dominicanos, con lo que se supone, empieza el control.
Los limones en esta zona, han alcanzado la astronómica cifra en su precio actualmente, de 350 pesos dominicanos la lata y cerca de siete mil el saquito de arroz, por lo que una comunidad que perdió más del cincuenta por ciento de su producción y terrenos, que solo ha visto a un presidente llegado en 13 helicópteros y un montón de Jeepetas, dejando nada, solo la polvareda (Leonel Fernández) y que al decir de ellos, ningún gobierno los ha beneficiado ni tan siquiera con la construcción de un barrio, ha tenido que innovar para la supervivencia.
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