jueves, 3 de abril de 2014

La oposición frente a las elecciones especiales del 2016



Aunque algunos analistas hablan de forma muy optimista sobre los posibles resultados electorales de la oposición, aún vayan separados, creo pertinente hacer algunas precisiones sobre lo que les podría ocurrir; y como faltan dos años, tienen tiempo para hacer determinados arreglos aunque se les haga tarde para otros.

Suponiendo que la cúpula oposicionista sea incapaz de lograr un entendimiento antes de las elecciones, y cuando hablo de oposición me refiero a todos los que compitan contra el partido de gobierno, y se formen dos o tres bloques opositores, no importa cuan grandes o pequeños fueren, por más optimismo, sobre todo tratándose de unas elecciones especiales donde se escogerán además del Presidente, los Senadores, Diputados, Alcaldes y Regidores, cualquier proyección que se haga de forma sensata no luce tan fácil, ya que los candidatos locales serán determinantes. Y eso deberían entenderlo desde ahora, pues en el 2016 las elecciones serán conjuntas.

Divididos, no solo enfrentarían una situación difícil en cuanto a la Presidencia, sino mucho más complicada aún para las candidaturas congresuales y municipales, pues en esas posiciones no hay 50% más 1, ni segunda vuelta. Se gana por mayoría simple. Lo único que les podría ayudar a alcanzar algunas Senadurías y Alcaldías, sería llevando candidatos comunes a dichas posiciones, aunque lleven candidaturas presidenciales separadas. Cosa difícil, aunque no imposible.

Porque nadie debe pasar por alto que las campañas que habrán de realizar unas y otras candidaturas tendrán repercusión recíproca, sobre todo por los candidatos a Senadores y Alcaldes, a quienes les resultaría difícil promover sus propias candidaturas, partidos o alianzas y al mismo tiempo promover el candidato presidencial de otro partido o grupo; o sea, que no solo se dividirán los votos a esas posiciones, sino también a la Presidencia.

Otro aspecto a tomar en cuenta es que, la mayoría de los candidatos a los respectivos cargos, que habrán hecho inversiones en sus campañas de promoción, buscarán los votos en sus canteras naturales del perredeísmo o de la oposición, lo que provocará una lucha fuerte entre personas que antes eran compañeros, incluso mayor que frente a los candidatos del partido oficialista; pero además, si bien todavía quedan dominicanos que mantienen cierto grado de mística y adhesión a los sentimientos partidarios, al igual que una buena parte de los indecisos, apuestan al ganador.

Con la oposición separada y boletas diferenciadas en todas sus candidaturas, mientras el partido oficial va unificado, el panorama oposicionista no resulta tan optimista como algunos creen. Porque una vez el PLD cuente con sus candidaturas presidencial, congresuales y municipales definidas y consolidadas con sus aliados a nivel nacional, y la oposición vaya dividida, o sea, con varios candidatos al mismo cargo electivo, no hay que ser mago para adivinar los resultados.

Muchas veces resulta riesgoso hacer cálculos de escritorios sin saber cómo en realidad se bate el cobre. Están advertidos, para que si tienen que ir al Muro de las Lamentaciones, no aleguen desconocimiento.

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