Para evitar pandemias de gripe aviar o porcina, gobiernos de todo el mundo gastaron millones de dólares en adquirir y almacenar grandes cantidades de un medicamento que parecía ser la panacea: Tamiflu. Ahora, científicos británicos denunciaron que tanto este fármaco como su hermana Ralenza no son más efectivos que el paracetamol.
Contenido relacionado Las dudas sobre el Tamiflu ¿Cuán confiables son los estudios científicos? En 2006 y 2009 el mundo vivió dos grandes epidemias de gripe: la primera fue la llamada gripe aviar y la segunda la H1N1, también conocida como gripe porcina.
Los medicamentos fueron ampliamente recetados durante el brote de 2009. Y ante la falta de una vacuna, se compraron grandes cantidades con la finalidad de disminuir la velocidad de propagación lo que, en teoría, le daría tiempo a las farmacéuticas para producir una. Sin embargo, los investigadores, de Cochrane Collaboration y British Medical Journal, creen que no hay evidencias de que el medicamento en cuestión haya sido capaz de reducir las emergencias hospitalarias o las complicaciones causadas por la gripe.
"El balance entre los beneficios y el daño se deben considerar cuando se toman decisiones sobre el uso de inhibidores de neuraminidasa tanto para la profilaxis (prevención) como para el tratamiento de influenza", escribieron en el informe los doctores Tom Jefferson y Carl Heneghan, del equipo de expertos de Cochrane.
Lucha de años
Este reporte es el resultado de una gran batalla que se originó hace dos años cuando se descubrió que se habían escondido datos sobre la efectividad y efectos secundarios del Tamiflu. clic Lea también: Las dudas sobre el Tamiflu En el trabajo publicado en el BMJ se concluyó que el medicamento reduce la persistencia de los síntomas de la gripe de siete a 6,3 días en adultos y 5,8 días en niños. Algo que -según los autores- ocurre igual con otros fármacos para la gripe común.
Los especialistas también señalaron que la medicina tiene una cantidad de efectos secundarios que deberían tomarse en cuenta como náusea, dolor de cabeza, eventos psiquiátricos, problemas en el riñón e hiperglicemia. Roche, compañía que produce el Tamiflu, dijo que discrepa de las conclusiones del estudio.
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