En los últimos años la circulación de vehículos en todo el territorio nacional, se ha incrementado al extremo, que cruzar una ciudad como la de Santo Domingo puede significar en horas pico, aproximadamente una hora y media. Igual ocurre en la ciudad de Santiago, en donde últimamente el tráfico vehicular se ha intensificado de una manera tal, que atravesar la Hidalga de los 30 Caballeros significa perder aproximadamente una hora.
Para servir de parámetro el ahorro, tanto de combustible; horas/hombre; tedio y estrés, nada más hay que viajar desde Santo Domingo a Bávaro-Punta Cana. Antes de terminada la Autopista del Coral, el recorrido podía durar unas tres horas y media. Hoy, con la Autovía del Este y la circunvalación que desecha la ciudad de San Pedro de Macorís y después La Romana, el trayecto se realiza en unas dos horas. ¿El monto que se paga en los peajes de RD$30.00; RD$50.00; RD$100.00 y RD$100.00, es compensado con creces. Botar la tensión que antes significaba pasar por el centro de Macorís y lateralmente por La Romana, vale más de los RD$380.00 pagados.
Aunque hasta ahora la circunvalación de San Pedro de Macorís era gratis, hemos notado que antes de llegar al cruce de Hato Mayor se está edificando lo que podría convertirse en el quinto peaje, que esperemos sea de RD$50.00.
En la semana pasada el presidente Danilo Medina inauguró la Circunvalación de Santiago, una obra monumental con una extensión de 24.5 kilómetros que evade el tener que pasar por el centro de esa populosa ciudad. En este desvío, apenas se dura doce minutos para efectuar el trayecto, con un peaje para automóviles de RD$150.00, el cual creemos es bastante elevado y contradice la primera declaración del Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, que el mismo sería de RD$100.00. De igual modo piensan los conductores de microbuses RD$270.00; los vehículos de dos ejes RD$360.00; y por supuesto, los de tres ejes RD$600.00. Estos pagos son en un solo sentido.
La ciudad de Santo Domingo está saturada de tránsito pesado. En virtud de esto, actualmente se está construyendo la Circunvalación Norte para que el transporte pesado y de mercaderías unan al puerto de Haina con el multimodal Caucedo de Boca Chica y así evitar el tránsito de furgones, camiones y patanas por la Avenida George Washington, lo cual ha causado muchos inconvenientes, taponamientos y graves accidentes.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ha anunciado, que las dos circunvalaciones prometidas por el señor Presidente en el Sur, pronto serán iniciadas. Se refiere a la que por el Norte circunvalará la ciudad de Baní, lo cual esperan que ocurra en ocasión de celebrar su 250 Aniversario. Asimismo, a la ciudad de Azua de Compostela, cuyo trazado interno dificulta la movilización ágil de los vehículos, también le será construida su circunvalación para aligerar el tránsito hacia Barahona y San Juan de la Maguana.
Un problema mayor lo constituye la circunvalación para vehículos procedentes del Sur que se dirigen al Este del país, ya que la vía que originalmente se construyó, la avenida Jacobo Majluta, tiene varios puntos que se constituyen en cuello de botella, como son la intersección con la avenida República de Colombia y el Cruce de la carretera Mella, en donde podemos afirmar, que en lugar de agilizar el recorrido, lo retrasan.
Creemos firmemente que la desviación para no penetrar en las ciudades aludidas es un gran paso de avance en la comunicación vial de nuestro país. Sin embargo, siempre queda una puntilla en el zapato. La carretera del Nordeste hacia Samaná, maliciosamente denominada autopista (únicamente dos carriles), tiene deliberadamente un peaje abusivo, con la finalidad de que cuantos menos vehículos circulan, les resulta mejor a los concesionarios, ya que el peaje sombra que le paga el Estado Dominicano por circulación que no cumple al mínimo contratado, les permite hacer pingües beneficios. Además, debido al poco tránsito se economizan en su mantenimiento. Este engaño cuasi-doloso, en el cual se involucró un pasado Ministro, debe ser minuciosamente investigado. Este funcionario fue también responsable del fallido peaje establecido en La Penda, cuya demolición y eliminación le costó al contribuyente RD$240 millones. Por tanto, tanto el peaje sombra como los diferentes peajes deben ser renegociados inmediatamente, de lo contrario, el Estado Dominicano debe adquirir los derechos de parte de los concesionarios “colombo-dominicanos” u obligarlos a que produzcan una reducción en sus cobros. Como proclama esta administración de la MOPC: ¡Manos a la obra!
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