Uno de los miedos más grandes que he conocido en muchas de mis clientas es la idea de llevar el cabello corto. Cuando vienen a una consulta y noto que su cabello está deteriorado, partido o simplemente creo que podría venirles bien un cambio de imagen les recomiendo cortar su cabello.
Esta recomendación no viene al azar, junto con ella también les doy ideas de cuál sería el corte de cabello ideal para ellas de acuerdo a su cara y tipo de cabello.
La respuesta que más abunda es: “Pero, si me lo corto, ya no puedo recogerme una cola”. Y es exactamente esa colita la que trato de evitar en muchas clientas, para que se atrevan a dar el paso de llevar el cabello en un estilo un poco más juvenil y para que descubran que llevar el cabello corto es menos complicado de lo que se imaginan.
Para decidirte ya por un estilo corto, lo ideal es que recojas tu cabello alrededor de tu cara en diferentes formas, de manera que puedas simular un corte específico y tener una idea de cómo te verías con diferentes estilos antes de tomar la decisión final.
Recuerda que existe un corte para cada rostro, trata de enfocarte en las características especiales que te gustaría resaltar de tu rostro para que tu peluquero pueda tomar esto en cuenta a la hora de cortar.
Infórmate de cuáles son los “looks” de temporada y pide a tu estilista que adapte el corte a tu estilo, de manera que se vea en armonía con el resto de tu imagen. Trata también que el día que vayas a hacer tu corte no sea un día en el que estás estresada o de mal humor para que esto no influya en la manera en que lo ves ya terminado. Y por último, puedes optar por llevar algo de maquillaje en el rostro y algún accesorio que te guste, así, cuando el corte esté listo, puedes apreciarlo dentro de un “look” completo y no solamente ver el corte y nada más.
¡Hasta la próxima!
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