viernes, 1 de noviembre de 2013

La gentrificación en New York



Lo que ocurre actualmente en la “capital del mundo” amerita la atención de los urbanistas y tendrá repercusiones en la calidad de vida de los emigrantes dominicanos. Son varias las razones: el mercado inmobiliario, la crisis económica, los efectos del cambio climático y la marca-ciudad que las autoridades impulsan para una mayor competitividad de la ciudad.

Todos esos factores combinados están provocando la gentrificación de muchos sectores de la ciudad, es decir cambio de clases sociales (donde vivían pobres y familias modestas, ahora viven nuevos “ricos” o inversionistas que incursionan en esos territorios, en inmuebles en desuso, con servicios deficientes o sin servicios). Imitan a Bill Clinton que instaló su Fundación en Harlem, a los restaurantes que se instalan en los almacenes del puerto en East River o a los artistas que compran en locales abandonados en Williamsburg.

El efecto global sobre la ciudad es una revalorización general de los alquileres que alcanzan en New York niveles astronómicos. Las familias dominicanas están amenazadas, muchas deberán salir de Washington Heights, del Bronx, de Brooklyn, de Queens para ir más lejos del CBD donde trabajan. La crisis económica ha provocado el flujo de capitales de países emergentes que invierten en Manhattan y han provocado que los precios de los apartamentos se disparen. La moda y el furor se desatan por los apartamentos del ONE 57.

Por otro lado, el cambio climático que el mundo siente, también se hizo sentir en la costa, con el paso de la tormenta Irene, que ha demostrado que ricos y pobres son afectados por los caprichos del tiempo: los ricos porque sufrieron los cortes de energía, suspensión del transporte, inundaciones en Battery y todas las tierras urbanas a nivel del mar y los pobres que tuvieron que abandonar sus barrios y viviendas por la subida del nivel del mar, por muchas semanas. Ese precedente ha provocado una reacción de las autoridades que toman medidas de adaptación de la ciudad al cambio climático: la no constructibilidad de las zonas bajas y su transformación en parques.

El resultado: escasez de terrenos, recuperación de viejos espacios construidos, aliado a una fuerte demanda provocan una gentrificación de la zona alta de Manhattan, expulsión de los más pobres y recuperación de esos espacios en actividades que permiten a la ciudad confortar su marca-ciudad e imagen ligadas a actividades muy lucrativas, de prestigiosas compañías y de gran creatividad. Definitivamente, provocan cambios dolorosos que los dominicanos en primer lugar, sufren.

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