
POR FREDY PEREZ ESPINOSA
Para Ecos del Sur.
Con las playas naturales más hermosas y un paisaje costero marino inigualable, situada al extremo Suroeste de la República Dominicana, como un vestigio imperecedero de lo que fue el Cacicazgo de Jaragua al momento de la colonización, encontramos la Región Enriquillo. Zona del País con una amplia diversidad biológica y ecosistemas, tanto terrestres como acuáticos, que la hacen merecedora de ser la cuna del endemismo de la fauna y la flora en la Isla La Española.
Para una mejor comprensión, les pongo algunos ejemplos: Parque Nacional Jaragua, Parque Nacional Sierra de Bahoruco, Parque Nacional Sierra de Neyba, Parque Nacional Sierra de Martín García, Parque Nacional Lago Enriquillo-Isla Cabritos, Laguna de Oviedo, Laguna de Rincón, entre otras áreas protegidas.
No existe en la República Dominicana otra región que cuente con los recursos naturales y la potencialidad que la Región Enriquillo, sus ríos, montañas, lagos y lagunas, playas, abundante sol, minas, viento y demás recursos hacen de la misma una zona inigualable.
No creo que exista en este País un paisaje costero marino más hermoso que la playa de San Rafael, lo mismo que un balneario que se asemeje a Villa Miriam. Quienes contemplan la Playa San Rafael desde el mirador y visitan el balneario Villa Miriam, habrán visto el principal tesoro natural que tiene la República Dominicana.
Continuando con nuestras bellezas naturales, si le damos la vuelta al Lago Enriquillo, nos encontramos con balnearios como La Sequia, en Angostura; La Zurza, en Duvergé; Boca de Cachón, en Jimaní; Las Barias, en La Descubierta y Las Marías, en Neyba.
Invito a los Dominicanos y Dominicanas, lo mismo que a ciudadanos de todo el mundo, a que nos demos una vueltecita por la Región Enriquillo y disfrutemos de estas bellezas naturales, pero que luego de darle la vuelta al Lago Enriquillo, al día siguiente, se dirijan al Paraíso Terrenal de Carlos Julio Féliz, Pedernales, y puedan disfrutar y contemplar una de las playas más bonitas del mundo: Bahía de las Águilas. No conforme con esto, tienen entonces que subir al Aceitillar y ver El Hoyo de Pelempito.
La experiencia de ir a Bahía de las Águilas y luego al Hoyo de Pelempito, o viceversa, jamás se les olvidará. La distancia entre estos dos formidables recursos naturales es muy corta y el trayecto se hace en unos minutos.
En una superficie de 6,670 km2, que corresponden a las provincias de Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, se concentran las principales bellezas que tiene la República Dominicana y los ecosistemas de mayor importancia científica del área.
Aprovecho la oportunidad para invitar a los gobiernos locales y al Ministerio Ambiente y de Recursos Naturales a que presten singular atención y le den las condiciones propicias a los principales atractivos naturales que poseemos, de tal manera, que los visitantes se sientan a gusto y puedan disfrutar a plenitud de las bellezas que Dios nos ha regalado. Me refiero específicamente a la limpieza y acondicionamiento de los balnearios y playas, así como a la disposición final de los desechos sólidos y líquidos.
Las cosas bellas y limpias venden y nosotros tenemos que vender muy bien nuestra Región, ya que, como hemos dicho, es la más hermosa de la República Dominicana.
¡Adelante!
El autor es Licenciado en Educación, Magna Cum Laude, M.A.
Para contactos: elegidoprimero@hotmail.com
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