
SAN ANTONIO -- A Manu Ginóbili le dieron por acabado. Los números no le salieron durante los primeros cuatro partidos de las Finales y las críticas no tardaron en llegar. Todos en San Antonio Spurs, incluido él mismo, eran conscientes de que tenía que mejorar, a pesar de ello, su entorno no perdió la confianza en él. Tanto Gregg Popovich como Tim Duncan y Tony Parker se mostraron convencidos de que el escolta acabaría por mostrar su mejor versión en las Finales.
Finales NBA por ESPN (Spurs lideran, 3-2)
Juego 6 » San Antonio en Miami » martes, 9pm ET/6 PT por ESPN Deportes (US), 8pm por ESPN (México/Bogotá), 8:30pm (Venezuela), 10pm (Buenos Aires).
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Y así fue. El jugador alcanzó un doble-doble de 24 puntos y 10 asistencias en una actuación brillante de los titulares de San Antonio (todos superaron los dos dígitos en anotaciones y lograron 16 o más puntos).
Tras la sorpresa generalizada de ver su nombre entre los elegidos para el quinteto inicial y la ovación de gala que recibió por parte del respetable en la presentación del plantel antes del partido, Manu decidió pisar el acelerador.
Un triple y una asistencia en las dos primeras jugadas certeras de la ofensiva de los Spurs presagiaron la transfiguración de su juego; y de ahí en adelante. En seis minutos, anotó siete puntos y ya había brindado tres asistencias impecables e imprevisibles para una defensa de Miami Heat que tardó en agarrar el ritmo. Al final de la cita, el colofón de su juego se tradujo en 24 puntos, 10 asistencias y 8/14 en tiros de campo.
Lejos quedaron las cifras negativas de los cuatro juegos anteriores, en los que obtuvo un promedio de 7.5 puntos. El internacional venía de empatar su marca más baja de la postemporada con cinco puntos (1-5 en tiros de campo) en la derrota del Juego 4 y de gestar el peor balance anotador de su carrera en una serie de playoffs.
Pero el domingo, Manu se atrevió con todo. Tanto con los lanzamientos exteriores que tantos quebraderos de cabeza le habían dado durante la serie, hasta con penetraciones que, o bien acababan en canasta o en falta personal. Estuvo más atento a la hora de construir el juego y no perdió tantos esféricos como en el aciago Juego 4.
Su descaro y su confianza fueron en aumento y en el ocaso del tercer periodo, justo después de anotar una gran canasta que acabó en tiro adicional convertido, el público se deshizo ante el argentino. No hubo garganta que no participara de la orgía de elogios que desembocaron en un "Manu, Manu", cantado al unísono. La escena se repitió cuando la bocina señaló el final del tercer periodo. Ginóbili había anotado la última canasta de los suyos y la diferencia en el marcador se abría a 12 puntos a falta de 12 minutos para el final.
Marcó nueve de los 11 puntos que lograron los Spurs entre los dos últimos minutos del tercer periodo y los dos primeros del cuarto y cada vez que su nombre sonaba por megafonía, la tribuna le correspondía con una sonora ovación. Digno de elogio es también el canastón que anotó ante la marca de LeBron James en el último periodo.
El acierto de Popovich al colocarle en el quinteto inicial fue incuestionable. Entró por Tiago Splitter, que últimamente tampoco se estaba mostrando acertado, y el voto de confianza del coach fue pagado con creces por el de Bahía Blanca. Incluso el propio Splitter concretó un gran partido saliendo como reserva.
Ginóbili fue genio y figura este domingo y determinante en la victoria de San Antonio. Los texanos se ponen con una ventaja de 3-2 a falta de los dos juegos finales en Miami, y es que no hay duda de que esta serie está siendo una auténtica montaña rusa, un toma y daca de resultados abultados en el que sus protagonistas pasan del ostracismo al éxito con una facilidad pasmosa.
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