lunes, 27 de mayo de 2013

Un monstruo está por doquier -EDITORIAL-

La sociedad confronta un enemigo común de mil caras y circunstancias que a veces dispara, como antier o sucedió con un ex marido en una parada de buses en Herrera. Apretó el gatillo contra su “blanco preferido”: una mujer que estaba en pleno derecho de escapar de su egolatría. No le importó si se llevaría de encuentro a seres humanos a los que ni siquiera conocía, como ocurrió con una niña de 4 años que nada tenía que ver con su locura posesiva. Ya de viejo teníamos que estar advertidos. Cierto tipo de hombre criollo, criminal y violento, sobre-abunda. Llevan en su interior un potencial de agresión larvado de generación en generación, al calor de una cultura y usos machistas que llevan a matar como salida a irracionales conflictos. Ha tardado en llegar la forma inteligente de prevenirse del individuo que en recóndita elucubración va a decidirse por emprenderla a tiros para luego suicidarse. La racha mortal podría seguir, desgraciadamente, hasta que se descubra la fórmula de transformar o frenar a las mentes masculinas que terminan por querer imponerse a sangre y fuego. Las leyes no bastan. Siempre ha faltado voluntad para aplicarlas. Los mecanismos de protección a seres indefensos, como son muchas mujeres de este país, son insuficientes e imperfectos. En lo que se reeduca a buena parte de la sociedad, muchos hombres empeñados en tratar a las mujeres como objetos seguirán sin control. Una dura lección para productores La falta de planificación es un signo de subdesarrollo que algunos sectores hacen poco por superar. Ahora que una vez más les ha costado demasiado, los productores de huevos se muestran dispuestos a ponerles límites a sus envíos del alimento al mercado en el que cíclicamente han tenido precios ruinosos. Sucede además que suele faltarles eficiencia para obtener ganancias sin forzar al consumidor a pagar caro. A todos conviene que no haya exceso ni escasez de ofertas; y que se adopten tecnologías que abaraten costos. Es oportuno reconocer que en el pasado autoridades desastrosas rompían los esquemas de abastecimiento y propiciaban, en perversa asociación con negociantes advenedizos, importaciones diversas de granos, bulbos, gallinas madres, abuelas y ponedoras que arruinaban a los productores locales por vía de la saturación del mercado y la competencia desleal.

No hay comentarios: