miércoles, 31 de julio de 2013

Consensos en torno al empleo

A pesar de la difícil coyuntura por la que atraviesa la economía dominicana, con una muy baja tasa de crecimiento que apunta a un mayor nivel de desempleo y de pobreza, el momento para la definición de políticas de desarrollo de largo plazo es de los mejores que hemos vivido en los últimos tiempos. Por un lado, aunque no haya habido golpes de timón, el Gobierno ha venido dando un gradual giro a los énfasis de política y está poniendo mucho más acento en los temas sociales y en los de empleo y desarrollo productivo como en la agricultura y las pequeñas empresas. Aunque todavía el balance entre discurso y práctica es desfavorable, el discurso tiene valor en sí mismo porque sitúa el debate en muchos mejores términos, y porque permite empezar a juzgar las políticas desde lo que importa: la gente. Y también porque permite que juzguemos al Gobierno desde sus propias palabras. Por otro lado, el empresariado dominicano ha colocado a la producción, al empleo formal y al bienestar de las personas en el centro de sus preocupaciones. Con ello hace causa común con muchos sectores de la sociedad civil y aunque, al igual que en el caso del Gobierno, se podría alegar que hay mucho de discurso, hay que tomarle la palabra. Además, habiéndose concentrado en el tema del empleo informal, ese discurso tiene sentido desde su perspectiva porque el crecimiento de la informalidad supone que las empresas formales, propiedad del empresariado, están creciendo a un ritmo insatisfactorio cuyo reflejo es la incapacidad de emplear, y generar riquezas y ganancias, o que ese desempeño representa una amenaza. Esta coincidencia entre el Gobierno, el empresariado y la sociedad civil ofrece una rara oportunidad para sentar las bases para una política de largo plazo que genere empleo decente. En ese sentido, un documento de investigadores del Fondo Monetario Interanacional (FMI) sugiere que hay tres problemas muy severos que enfrenta el empleo y que requieren políticas que lo enfrenten adecuadamente. El primero son las bajas tasas de participación laboral. Esto quiere decir que una baja proporción de la población quiere trabajar, busca trabajo o está trabajando, y por lo tanto, que muchas personas dependen económicamente de unas pocas. Las remesas tienen que ver con ello, pero también las pocas oportunidades de empleo asociadas a las escasas calificaciones de las personas, lo cual desmotiva. Además, los roles de género, que responsabilizan sólo a las mujeres del cuidado del hogar restringen sus oportunidades laborales. El segundo problema es el alto y sostenido nivel de desempleo, el cual se debe a que a lo largo de los últimos años, las actividades que más han crecido crean poco empleo. Esto ha generado la paradoja de un alto crecimiento de la producción y de la productividad, junto a un estancamiento de los salarios. El tercer problema es el crecimiento del empleo informal, de baja calificación y de reducida productividad y remuneración, lo cual es el resultado de la falta de oportunidades de empleo en el sector formal y moderno, de mayor productividad y remuneración. De allí que las respuestas a estos problemas deban apuntar hacia lo siguiente. Primero, antes que todo, hay que impulsar políticas de apoyo a la producción, porque no hay otra forma de generar empleo sostenible que no sea produciendo más y mejor. En ese sentido, el documento del FMI sugiere crear un buen ambiente para los negocios, lo que implica que esté libre de corrupción, y que sea barato pagar impuestos y cumplir con otras regulaciones. Junto a ello, hay que lograr que el crédito fluya y que haya aprendizaje tecnológico. Segundo, más allá de proveer educación, hay que poner empeño en calificar la fuerza de trabajo respondiendo a las demandas del mercado. Eso es lo que garantiza la empleabilidad de las personas. Junto a ello, urge que las mujeres participen de manera más igualitaria en el mercado de trabajo. Las guarderías infantiles parecen ser una pieza crucial. Las regulaciones y la inflexibilidad del mercado laboral, dice el Fondo, aunque pueden mejorar, no parecen ser una fuente de problemas para el empleo en el país. Si es así, no gastemos pólvora en garzas y concentrémonos en lo importante. - See more at: http://www.elcaribe.com.do/2013/07/31/consensos-torno-empleo#sthash.lgASmncD.dpuf

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