martes, 16 de diciembre de 2014

El sonido de la Navidad,Entrevista a Rossy Díaz Ferreras



“Yo traigo la salsa para tu lechón y vengo contento, negrita, y bien sabrosón”, “Y el pavo lloraba y el burro reía”, “Con mi burrito sabanero voy camino de Belén, con mi burrito sabanero voy camino de Belén”, “Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor”.

La Navidad no sería la misma sin estos y otros temas interpretados en esta época del año.

Los musicólogos Rossy Díaz Ferreras y Alexis Méndez coinciden en que la música navideña cumple varios roles. Cumple un rol social, porque promueve la reunión familiar y el compartir en sociedad; un rol asociativo, porque se practican valores como la generosidad, la cooperación y el mutualismo; y un rol espiritual, porque refuerza la religiosidad de aquellos que celebran en esta época el nacimiento de Jesús.

Música que invita a celebrar Existen diferencias entre el aguinaldo, el villancico y la música popular que suenan las emisoras en Navidad.

La consultora folklórica y profesora de baile Xiomarita Pérez (folkloredominicano.blogspot.com) explica que el término aguinaldo, además de una dádiva con motivo de la Navidad, hace referencia a la canción o música popular interpretada con güira, tambora, acordeón y panderetas por grupos de vecinos, compañeros de trabajo o miembros de iglesias que salían en forma de parrandas a visitar distintos lugares en los pueblos y algunas zonas de la capital.

“Como las costumbres y tradiciones son cambiantes o mejor dicho, se transforman, producto del estilo de vida que se está llevando y por la inseguridad que se está viviendo, los aguinaldos están, no desapareciendo, sino tomando otro matiz”, advierte.

Ahora los recorridos o parrandas se sustituyen por encuentros en las casas o los clubes sociales, donde los asistentes cantan y tocan los aguinaldos.

Pérez afirma que el único aguinaldo que nos pertenece es el “Aguinaldo dominicano”, llamado popularmente “Las arandelas”, que cuenta con letras en décima de Juan Antonio Alix y música del maestro Julio Alberto Hernández.

Respecto al villancico, dice que se trata de una composición más bien religiosa. “Es un aguinaldo a lo divino”, manifiesta.

El más famoso y universal de los villancicos es “Noche de paz”, escrito por Hans Grüber.

La extitular de la Dirección Nacional de Folklore refiere que, de acuerdo con algunos investigadores, la presencia española nos transmitió la tradición de los coros infantiles en los pórticos de las iglesias, interpretando villancicos; sin embargo, otros estudiosos expresan que aunque es un género español no solo se interpretaba en Navidad, sino que también se dedicaban al Santísimo Sacramento y a algunos santos.

“Según esos estudiosos, los creadores de los villancicos fueron campesinos y se denominaban así por las canciones entonadas por labriegos y pastores, cuando regresaban de sus trabajos al anochecer”, añade Pérez.

Temas

A diferencia de los villancicos, la música popular navideña incita muchas veces a la parranda y al consumo excesivo de alcohol.

Rossy Díaz Ferreras (rossydiaz.wordpress.com), musicóloga especializada en investigación, pedagogía musical y gestión cultural, señala que se trata de un motivo común en las músicas populares bailables del Caribe. El merengue no es la excepción.

“Un gran porcentaje de la música de la Navidad dominicana está orientada a ello, pero también a otros valores”, expresa.

Además de la celebración del nacimiento de Jesús, hecho en que radica el origen de la celebración, la Navidad contemporánea apela a la nostalgia, la buena vecindad, la unión familiar, la comida y el disfrute.

Según Alexis Méndez (musicamaestrord.blogspot.com), productor y conductor del programa radial “Música maestro”, son condiciones dadas gracias a los patrones del sistema: fin de año, regalía pascual, vacaciones...

“Las canciones lo que hacen es responder a la conducta de la sociedad. Cuentan historia de la gente”, manifiesta el autor del libro “Salsa desde mi balcón. Relatos y alegatos de un melómano”.

En República Dominicana y otros países latinoamericanos, donde la migración es un fenómeno del día a día, la Navidad apela con frecuencia a la alegría del retorno a la patria, y a la tristeza de quienes no pueden regresar al lar nativo en diciembre.

“Es un común denominador de la región -dice Méndez-, de ahí que un tema como ‘Volvió Juanita’, de la autoría de la barranquillera Esther Forero, se convirtiera en referente de la Navidad dominicana, pues los dominicanos ausentes y la gente que los espera se retratan en el mismo”.

Pérez aclara que también existe música que solo se escucha en Navidad, aunque sus letras no hagan referencia directa a la época. Dichos temas se asocian con las fiestas decembrinas porque su lanzamiento o pegada coincidió con el fin de año.

Cita de nuevo el caso del tema “Volvió Juanita”, dado a conocer en el país por la merenguera Milly Quezada.

“Sus letras hablan de cumbia, pollera y comparsa, reflejando la cultura colombiana -explica Pérea-. Nada tiene que ver con nuestro país, ni con Navidad, pero es un merengue que se pegó en nuestro país y los dominicanos lo han asumido como suyo, formando parte del repertorio navideño, aunque se adapta a otras fechas”.

Exponentes Entre los principales exponentes de la música navideña en el país se encuentran Félix del Rosario, Johnny Ventura y el Conjunto Quisqueya.

Méndez cuenta que Del Rosario, quien falleció en 2012, fue el primer músico dominicano cuya banda instauró un sólido repertorio navideño basado en merengues. Para ello el saxofonista tomó parte del repertorio navideño de Puerto Rico y lo llevó al género dominicano.

Temas como “Alegre vengo”, “Cantemos cantemos”, “Parranda del sopón” y “Cantares de Navidad”, entre otros, proceden de la tradición musical borinqueña.

Ventura, entretanto, publicó el primer álbum navideño cuyo contenido inédito refleja la idiosincrasia del dominicano de la urbe: “Salsa pa’ tu lechón” (1972).

“Frases como ‘llegó Nochebuena otra vez/el mismo problema otra vezÖ a buscar prestado otra vez/a módico 20 otra vez’ retratan la conducta de nuestra gente”, dice el conductor radial.

Ritmo A pesar de la evolución de los ritmos y del auge de géneros agrupados bajo la denominación común de música urbana, la Navidad dominicana “sabe” a merengue.

Y es que, de acuerdo con Díaz Ferreras, el merengue, más que ningún género musical dominicano, ha sido demarcado por un discurso de “lo nacional” y por eso nuestras manifestaciones sociales importantes las celebramos con merengue.

La Navidad, asimismo, apela a la búsqueda de lo tradicional, y el merengue es la expresión más popular de nuestra tradición, la cual ha tenido transformaciones en su forma urbana.

“Esto no quita que se hagan temas en cualquier género”, aclara Méndez.

Sobre los villancicos, los expertos señalan que estos mantienen su vigencia en los entornos del cristianismo (iglesias) y de la música académica (coros).

No obstante, Pérez señala el caso de temas como “El burrito sabanero”, un villancico que se popularizó a tal extremo que se interpreta en los aguinaldos.

((Clásicos Merma la producción Algunas personas opinan que en los últimos años ha mermado la producción de temas navideños con capacidad de convertirse en clásicos.

Rossy Díaz Ferreras y Alexis Méndez son de esta opinión.

Díaz Ferreras comenta que, aparte de mermar en sí la producción de merengues de temporada navideña, resulta difícil recordar un tema reciente de Navidad, “y eso explica, para mí, es lo que resume el concepto de clásico: lo recordable, lo duradero”.

Para Méndez se trata de un asunto generacional: “Los jóvenes, que son los que dicen por donde va el carro, tienen sensibilidad hacia otras cosas, manejan otros símbolos, y el mercado responde a tendencias”.

No obstante, concluye Xiomarita Pérez, “mientras exista memoria, Johnny Ventura, Félix del Rosario, Rasputín con ‘Viejo año’, el Conjunto Quisqueya y otros más seguirán deleitando a la población dominicana en Navidad”.

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