lunes, 18 de agosto de 2014

Exposición de Rossy Díaz del conversatorio “Merengue urbano: Orígenes desarrollo y reto”



Esta es la exposición de Rossy Díaz del conversatorio que celebró Acroarte, el lunes 14 de junio de 2010, en la sala de la cultura el Teatro Nacional, Eduardo Brito.

Los Retos del Merengue Urbano

Rossy Diaz Ante todo quiero enumerar algunos tópicos que me parecen importantes… proviniendo de un estilo musical que nació sin más pretensiones que la expresión, que es loable al ser humano, y que no es una etiqueta de mercado, aunque puede llegar a serlo….

Denominación de origen, el nombre de merengue urbano viene en consonancia con la música urbana o género urbano –algo que veo que se utiliza indistintamente en los medios de comunicación locales-.

Música urbana, lo abarca todo, el hip hop, rap, reggaetón, las fusiones de estos con el pop, y las músicas más populares. Lo de merengue de calle, lejos de sonar despectivo, es la definición que ha caracterizado a este estilo musical desde la década pasada, algo aproximado, entiendo.

Las etiquetas de mercado

Las clasificaciones de estilo, aquí entiendo que existen sub estilos dentro del merengue de calle, muchos de los cuales han seguido una dinámica muy plausible en los estilos musicales populares y urbanos. La dinámica de la expresión que se fusiona o sirve de marco a un estilo más definido –como el Alí Babá- y que luego de evolucionar a lo electrónico –como Moreno Negrón– se desarrollan de formas diferentes, quedando el primero solo como una referencia de origen –sin más cambios que el experimentado por la electrónica, mientras que el electrónico continuó evolucionando de la mano a otros esquemas –velocidad rítmica, nuevas sonoridades, fusiones con el hip hop y el reggaetón.

¿Género urbano en RD? ¿Qué significa? Qué es un género, qué es lo urbano, es una tendencia estilística o mediática, porque está de moda lo urbano, sobre todo a partir de la popularidad de la cultura hip hop, que es dominante en la música popular mundial desde hace años, entonces la música urbana (corrijo lo de género, como lo veo en la prensa) es abarcadora de tendencias de la calle, la calle como manifestación de una cultura y su espacio, por lo general marginal.

Entonces es este merengue más relacionado con las tendencias musicales afro caribeñas influenciadas por el hip hop, es una hermandad, es la unificación de las culturas afro descendientes en este continente.

Análisis estructural

Joseito Mateo

He observado que los mamberos siempre han tenido claro su razón creativa, también creo que la denominación de mambo, tiene mucho que ver con la estructura de este estilo de merengue; expresiones como vamos al mambo, viene el mambo, te anuncian que el merengue va hacia su sección más rítmica –usualmente más percusiva, con lucimiento de los vientos, o los sintetizadores –ahora-. Esta sección del merengue popular, en el mambo se ha convertido en predominante, y si analizamos la estructura de estos nos daremos cuenta de que el estilo está basado en un mambo constante y persistente, de varias formas:

Mambo que antecede al estribillo

Mambo que antecede a la estrofa

Estribillo que antecede al mambo

Y otras combinaciones estructurales en las que siempre está el mambo como motivo principal. A esto podemos entenderle un motivo de denominación, merengue de mambo, urbano…

Complejo genérico

Este es un tema más complejo, ya que aún el merengue dominicano como tal no ha sido objeto de análisis sistemático respecto a lo que podría ser su complejo genérico, aquí tengo que decir que el antropologo y musico dominicano julio cesar paulino Paulino siempre defendió esa teoría, aunque creo que no ha sido publicado.

Pero, este tema ha sido muy desarrollado por nuestros vecinos cubanos, para explicar el complejo del son, por ejemplo, con el cual organizan estilos, sub estilos, fusiones que tengan uno o más elementos estructurales en común, así explican que el son tiene familiaridad con el bolero-son, con el changüí y la timba, todos ellos en diferentes momentos del género, pero que comparten esquemas rítmicos, organología (instrumentación), esquemas armónicos, temáticas.

El merengue urbano ¿forma parte del complejo genérico del merengue dominicano? Creo que si, y que el nombre no nos engañe, ya que aquí no hemos tenido como prioridad la denominación de estilos dentro del género, y le hemos llamado a todo merengue.

Esta es una evolución, rítmica, organología, más cercana a la cultura hip hop, aquí está su gran diferencia de otros estilos de merengue que son populares y urbanos, no confundamos esto. Dentro de este complejo genérico, el mambo está más relacionado con una vertiente del merengue dominicano, que es el merengue urbano a lo maco –urbano, porque se define a partir del merengue popular (no folklórico), y a lo maco, porque es el patrón rítmico que utiliza.

Pero hay que reconocer que el mambo ha complejizado aún más esto, ya que tiene un contacto impresionante con expresiones musicales locales (se codea con el merengue popular como tal, pero también con el típico, con la bachata, el gagá, y formas musicales del carnaval (como el Alí Babá, que es una influencia guloya, por lo que hay otro roce con el folclore), esto lo hace escurridizo para colocarlo dentro del complejo genérico del merengue dominicano, y también dentro de la variante popular urbana ¿entonces como entenderlo?

A partir de que, aunque comenzó como un estilo, se ha desarrollado vertiginosamente en tantos sub estilos, que le podríamos identificar como una variante del merengue popular y urbano dominicano con una empatía hacia la cultura hip hop y las fusiones afro caribeñas que se desprenden de ella, así explicaríamos que (y aquí me llega a la memoria una frase o más bien rapeo de Omega que me parece brillantísimo, en mangué to, cuando dice porque soy reggaetonero, mambero, salsero, pero soy más merenguero que cualquier rapero). El lo está diciendo clarísimo ahí. ¿Cómo es que no le hemos entendido antes? Te está diciendo que esta tan cerca del rap como del merengue, pero que como dominicano se identifica como merenguero (naci en nueva york pero no me digas gringo, era una frase de proyecto uno, en su tema latino), sabemos que el merengue es una condición de ser dominicano, así que el mambo y los mamberos no son la excepción.

Mediatismo

Este tema es para mi controversial, porque cuando por fin este estilo que viene de la calle, de los callejones, comienza a ser difundido por los medios tradicionales o a ser mercadeado como música popular, se pueden notar cambios de aptitudes en la creación. Aquí quiero compartir frases que han salido en la prensa escrita la semana pasada.

Yo noto ambigüedad, por un lado vengo de la calle, vengo del mambo, pero entiendo que debo depurar….

Estas cosas pasan en los géneros urbanos, de un inicio marginal, que luego se hacen masivos, se mediatizan, se venden, se blanquean (en todo el sentido de la palabra). Hay demasiados ejemplos, el merengue es uno de ellos, la salsa, el rap, el reggaeatón, el dancehall, que de ser subversivo, contestatarios, reivindicativos de la negritud, de la vida del barrio, denunciantes de desigualdades sociales pasan a hablar de todo, si, pero no de esto, entonces el reggaetón ya es romántico, nada que ver con la vida gansteril de Carolina y otros barrios de Puerto Rico, y el dancehall es una eterna y etérea fiesta en las playas jamaiquinas, nada que ver con su fuerte rechazo a las elites y su relación mística con el reggae.

Mesa Principal

Entonces el mambo tiene más propuesta, muchas de las cuales toman su puesta en escena, pero no actúan, toman sus letras y su léxico, pero no su discurso, toman su instrumentación, mas no su estilo, y es ahí cuando vemos que la mediatización del mambo está surtiendo el mismo o similar efecto de cuando la salsa cuando se romantizó, y dejó de hablar de las caras lindas de mi gente negra, o de la vida plástica en nuestra sociedad.

Ahí es también donde sucede otro fenómeno, el de los puristas, de los cuales, por ejemplo, el hip hop tiene bastantes, estos son los creadores o exponentes que se mantienen fieles o lo más fieles posible a sus orígenes, o hacen fusiones en base al purismo dentro del mismo estilo; así que es probable que esto pase con el mambo, ya que ha pasado y pasa con el merengue popular, y con el típico también, que siempre habrán puristas que defenderán las raíces de dicha manifestación musical, y habrán vanguardistas que por erudición o genio creativo seguirán nuevos rumbos y continuarán arriesgándose hacia nuevas fusiones, y también habrán oportunistas que están ahí para vivir del cuento. Hay de todo.

Fortalezas

Mejor y mayor diálogo interno con músicas locales, con músicas del Caribe, hip hop, música popular, urbana y afrodescendiente, de América.

Esta línea unifica, reivindica lo afro dominicano.

En cuanto al mediatismo, la autonomía creativa, mediática propios mecanismos de promoción y producción. Aunque uno ve señales muy contradictorias, por ejemplo, con los medios de comunicación, una especie de amor-odio, aceptación-negación, o la diplomacia de la conveniencia, ya que esta es una expresión que ya sale de los barrios pobres de Santo Domingo y se hace una realidad, nacional, internacional.

Ante esta realidad, uno también visibiliza un sutil condicionamiento mediático, y aquí quiero citar unas declaraciones de un mambero a propósito de la pasada convención del Latin Hop, de las cuales cito algunas frases, para mí tan contradictorias como interesantes:

… confesó que está buscado depurar su música y consagrarse como un patrón a seguir, cuando otros decidan hacer la ya aceptada variante rítmica del merengue local”

De hecho, es un patrón a seguir, por muchas razones, la pena es que aún no se haya dado cuenta, o entienda que tiene que “depurarse, cambiar” para ser un patrón a seguir, ¿de quién o para quienes? Para una nueva audiencia, obviamente.

“Ya no es merengue de calle lo que hacemos, son fusiones”, y dejó claro que ha sido la gente que lo ha encasillado en el renglón de merenguero de calle.

Repito de la pena, ahora la gente “encasilla”, las dinámicas de la música popular son imprevisibles y previsibles a la vez, yo siento negación de origen, contradicción con su discurso creativo, y aspiración a alcanzar un nuevo nivel en su carrera musical, estos son síntomas del más puro mediatismo (sobre todo cuando no se está preparado para ello).

“una fusión de bachata sacada de los bloques verdaderos de los barrios con el nivel de lengua coloquial”… “es algo que va a romper y será muy especial para el público”.

Aquí entiendo que está tratando de comenzar de nuevo, es lo mismo, con otro género, aquí habla de “retomar” lo verdadero de los barrios; entiendo que estamos en un momento interesante para nuestra música popular urbana.

Oportunidades

Como ya citaba, la ya aceptada música urbana, una nueva realidad, ha estado en la mira consistentemente, y de ser rechazada, parcialmente aceptada, acogida y premiada, de lo que es importante recordar que hay que tener una buena ubicación de nuestro pasado, para poder hablar de retos, y reitero que la historia temprana de nuestras músicas más populares evidencian prejuicios de determinados círculos sociales, que manifestaban actitudes despreciativas, pero que cuando este círculo social dominante prevé los beneficios que puede significarle la música en cuestión –o cuando se hace tan evidente que “ellos” están contracorriente –pasa a reconocerla– no obstante, con el reconocimiento del sector dominante a esta música de la “sub-cultura”, realmente continúa su hegemonía “esa” sociedad, aceptará su música cuando y como les convenga.

Auto reconocimiento

Autovaloración, para que no pase esto de depurar ¿depurar qué? Esto no es lo mismo que evolución, entiendo que hay que entenderlo como evolución, depurar es admitir que hay algo malo, y eso no es cierto.

La oportunidad de educarnos mosotros mismos, que nos entendamos y aceptemos, para que no tengamos, a estas alturas, que leer cosas como (y vuelvo a parafrasear):

El fenómeno se ha ido expandiendo y es asumido como una expresión marginal, como el grito de aquellos que procuran con ansias salir de una condición que limita sus posibilidades de asenso social (…) La etiquetada “música urbana” que se escucha hoy está sobrecargada de frases de ostensible ‘doble sentido’, de expresiones vulgares. Es de cuestionada pobre calidad literaria, si puede llamarse así; carece de magia interpretativa. ¿Debe limitarse su difusión? No lo planteo. Por su efímera vigencia, la asumo como una fiebre de una juventud que procura escalar otro peldaño que el sistema educativo obstaculiza.

Pero hay un detalle interesante, el cordón umbilical de la afro descendencia, que nos sigue alimentando y nos mantiene unidos, porque tienen la misma madre, Africa.

En conclusión

En los últimos años ha habido apertura en el mundo académico, aquí tengo que decir que existen varias tesis en la Escuela de Música de la Facultad de Artes de la UASD, que trata de una forma u otra este tema, en mi memoria tengo 3 investigaciones entre el año 2003 y el 2006, tal vez hayan más. Igualmente los espacios al diálogo que se han dado en el Congreso Internacional de Música, Identidad y Cultura en el Caribe en Centro León, y recientemente en el Pabellón de la Música de la pasada Feria Internacional del Libro.

“De (la) calle al teatro: el merengue popular y urbano y su trayecto músico-social” (como se titula uno de mis últimos ensayos sobre el tema), muestra muchos retos, muchas oportunidades, me gustaría llamarlos.

Porque es interesante la escena actual del merengue popular dominicano, estamos viviendo de frente a una nueva realidad social y musical, urbana y marginal, que tiene como epicentro las rumbas barriales, la cotidianidad urbana y la experiencia social desde la marginalidad, una nueva realidad para la mayoría, pero una realidad que se ha estado fraguando desde hace mucho, con las migraciones masivas del campo a la ciudad, del campo al exterior, el crecimiento de la ciudad, los nuevos barrios, los cambios sociales y económicos que esto acarrea, la perdida, transformación y adquisición de valores culturales, el poder de las remesas y el transporte de doble vía de estos y otros valores culturales, todo esto lo presenta el merengue de calle, el merengue de mambo, el mambo urbano, el merengue urbano, el mambo, simplemente.

Estamos ante una toma de posición dentro del espectro musical popular dominicano, en la contemporaneidad, un espectro amplio de bachata, pop, reggaetón, merengue y sus estilos populares, el merengue típico y sus sub estilos populares, el hip hop, el rap, la salsa y otros géneros populares. Es decir que, este estilo musical, con su propio estilismo, puesta en escena, formas de creación y producción ha revolucionado muchos aspectos de la estética del género -del merengue como unidad genérica, tal y como le refiere la crónica dominicana habitual- y ha abierto un espacio de hibridación entre estilos locales, intercaribeños y universales, sobre todo adheridos a la cultura hip hop.

Esto ha venido a cambiar de posiciones a varios aspectos de la creación musical, no solo del merengue, sino también de todo su complejo genérico, y ha puerto en relieve la realidad urbana desde la marginalidad con sus discursos, identidades y costumbres aspectos de la dominicanidad de forma clara y efectiva.

Muchas gracias.

Rossy Díaz

Graduada de Licenciatura en Música, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y estudia Historia y Critica de Arte en la Facultad de Artes de esta universidad. Sus artículos sobre crítica musical y cultura han sido publicados por revistas, boletines y suplementos culturales. Ha sido ponente en congresos internacionales, conferencias y seminarios sobre música popular dominicana y del Caribe; actualmente se desempeña como gestora cultural para la Fundación Cultural Cofradía para la difusión de la música popular y folclórica, y la producción de festivales y muestras culturales comunitarias, y es consultora de la Red Dominicana de Cultural Locales.

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