viernes, 18 de octubre de 2013

La mujer y la economía digital



Escrito Por:Margarita Cedeño De Fernández

A partir de hoy, se celebra en la República Dominicana la XII Conferencia Regional Sobre la Mujer, organizada por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y el Ministerio de la Mujer de la República Dominicana. En esta oportunidad, se abordará un tema vinculado al futuro de nuestra sociedad y a un mejor porvenir de la mujer en nuestra región. Un tema que consideramos vital para alcanzar igualdad, justicia social y desarrollo inclusivo y sostenible.

Se trata de la inserción efectiva y la autonomía de las mujeres en la economía digital y la sociedad de la información.

El informe que ha preparado CEPAL al respecto, afirma que “las TIC constituyen un soporte imprescindible y transversal del conjunto de la actividad económica, política, cultural y social, además de conformar un sector productivo en sí mismo”.

Tal como destaca la CEPAL, mujeres y hombres entran en condiciones de desigualdad al proceso de reestructuración productiva que implican las TIC. Nada más cierto. Por eso, para evitar esta situación y no perpetuar la desigualdad entre hombres y mujeres en nuestros países, tenemos que romper las barreras de acceso y uso de las TIC e incentivar de igual forma el uso de las TIC en niños y niñas desde la primera infancia.

Si rompemos las barreras que impiden o alejan el acceso de la mujer a las TIC, estaríamos dando un gran salto (leap frog) hacia el empoderamiento económico, político y social de las mujeres, lo que contribuiría a consolidar la igualdad de género en toda la región.

El mundo de las tecnologías puede convertirse en un sector donde la mujer tenga más probabilidades de lograr un mayor crecimiento, productividad y competitividad en los emprendimientos que lideran; así como asegurar empleos de calidad, acceder a los puestos de dirección en condiciones de igualdad y de mayor nivel tecnológico.

El Ministerio de la Mujer de nuestro país, citando la Encuesta Nacional de Hogares, nos plantea la realidad de que en los hogares dominicanos la mujer tiene menos acceso a la computadora y al Internet, es decir, que persiste una brecha digital de género considerable.

Por eso, desde la Vicepresidencia hemos creado desde los Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC) programas específicos dirigidos a las mujeres, que cuentan además con certificación mundial. Me refiero a “Mujeres en la RED” con CISCO Academy y “TECNO Chicas” con Microsoft.

La sociedad digital nos brinda la oportunidad de lograr una nueva organización económica. Con las TIC las mujeres podemos romper el techo de cristal de la sociedad industrial, pero eso dependerá de las políticas económicas y tecnológicas que implementemos como países.

Ante esa realidad, hablar de economía digital, es plantear la posibilidad de un nuevo camino hacia la igualdad tanto en la organización productiva, como en los mercados productivos y del trabajo.

Tal y como lo plantea la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL en el prólogo del documento que estará en discusión durante estos cuatro días en Santo Domingo: “La economía, el bienestar y las tecnologías son dimensiones claves e interconectadas que deben tenerse en cuenta para el diseño de políticas públicas de igualdad de género”.

Para ello, los hacedores de políticas públicas tenemos que reconocer que, reducir la brecha de género en los mercados laborales requiere que diseñemos alternativas a las tareas de cuidado relegadas a la mujer, tanto en el hogar, como en la familia. Debemos romper con los estereotipos que impiden que las mujeres se interesen por carreras en ciencias y tecnologías, de manera que puedan insertarse a ese mercado laboral en condiciones de igualdad. Se trata de los mismos estereotipos que impiden que la mujer se alfabetice digitalmente y utilice las tecnologías para actividades productivas.

Dice CEPAL: “El orden de género por el cual las mujeres siguen siendo las principales responsables del trabajo no remunerado y del cuidado en los hogares interactúa con las nuevas formas de organización de la economía global, que se basa en el uso masivo de la ciencia y la tecnología y los procesos de globalización. Esto explica, en gran parte, la lentitud con que se cierran las brechas de género en el mercado laboral, incluido el que se caracteriza por un alto nivel de desarrollo tecnológico, donde las TIC son parte integral del modelo de producción y gestión.”

Las mujeres estamos situadas en una posición de clara desventaja frente a los hombres, ya que hacemos un uso más restringido de la tecnología y realizamos actividades que requieren menor destreza tecnológica. De ahí la necesidad de trabajar una agenda de cultura digital en el país, tal como lo esbocé recientemente en el evento internacional de EBEDominicana, con un claro enfoque de género, como lo plantea CEPAL.

Tenemos que diseñar políticas de cambio estructural que tomen en cuenta las desigualdades de género en la integración a la familia, la sociedad y el mercado laboral.

La economía digital y la sociedad de la información son un terreno donde podemos fomentar una vida libre de violencia para la mujer; donde podemos crearle más capacidades y entregarle más recursos y conocimientos a la mujer. La economía digital sirve a los propósitos de una mejor salud, del respeto a los derechos en materia sexual y reproductiva de las mujeres y de las adolescentes, y al acceso a recursos y oportunidades para fomentar la seguridad económica y social de las mujeres.

Sembremos en la economía digital la semilla de la igualdad de género para los mercados laborales, para que la mujer pueda ser el ente productivo que está llamado a ser.

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