lunes, 15 de julio de 2013

Se busca un Presidente

La comunicación y el mercadeo son dos grandes armas propagandísticas que hoy día, gracias a la tecnología, han aumentado su potencial. El Gobierno de Danilo Medina ha sabido explotar a las tres. Inmediatamente asumió la primera magistratura, la comunicación gubernamental rompió totalmente con el estilo del doctor Leonel Fernández y apostó por una comunicación directa y humana, colocándose a la altura, en el uso moderno de la propaganda, de gobiernos como el de Barack Obama. En un momento en que los sectores conscientes de la sociedad dominicana estaban alterados por la práctica de opulencia de Fernández, de la entonces primera dama y hoy vicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, y de sus colaboradores más cercanos, e indignados protestaban en la calle contra un alza general de impuestos para recuperar el dinero que se presume la pasada gestión sustrajo del erario público, Danilo “puso el oído en el corazón del pueblo” y optó por un Gobierno revestido de humildad. De ahí en adelante, sus asesores se han esforzado por dar a conocer cuanta foto y video donde el Presidente esté saltando charcos, algo impensable en la figura de Fernández, abrazando doñas y niños, echándole boche a ingenieros o en visitas sorpresas. Bien por Danilo. Pero además de un ejercicio de poder austero, la sociedad dominicana, esa que no está pegada en la teta del poder y que es la gran mayoría, demanda un Gobierno que trascienda el populismo y enfrente con un enfoque estructural, no mediático, y yéndose a la raíz de los problemas relativos a la pobreza, el desempleo, el alto costo de la vida, la corrupción, la inseguridad ciudadana, el déficit habitacional, el transporte, los apagones, el clientelismo, el narcotráfico, la falta de rendición de cuentas, la poca calidad de la educación y la salud, entre muchos otros. Y es que tras 13 años de gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, varios trabajos periodísticos reportan que su Comité Político está integrado por multimillonarios, pero no hemos visto la solución definitiva de ni uno de los problemas estructurales del país. Es por esto que hoy se busca que este presidente se atreva a liberarse de las mafias del poder y las ansias del tener. Que rompa este sistema y cúpulas leoninas. Que además de escuchar al pueblo, cumpla su voluntad. Hacer lo contrario a esto es seguir alimentando el mito y usando excesivamente el marketing.

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