miércoles, 17 de julio de 2013

La supervisión en la inversión pública

Uno de los grandes males que arrastra la gestión pública es la carencia de supervisión de la calidad y la pertinencia de la inversión de los recursos del Estado. Por años la ciudadanía ve, con marcada resignación, como obras ejecutadas por los gobiernos de turno en dos o tres años registran un avanzado estado de deterioro debido a los vicios de construcción.El problema está en que no ha existido la suficiente voluntad política ni interés en los organismos responsables de esos proyectos en supervisar y vigilar a los ingenieros adjudicatarios de esas obras. Hace varios días el presidente Danilo Medina protagonizó un hecho que, aunque para muchos parezca simple, da una señal aleccionadora en lo relativo a la responsabilidad de los constructores de edificaciones públicas con la calidad y la terminación en el tiempo pautado.Fue en la comunidad de Arenoso, provincia Duarte. El presidente Medina llamó por teléfono al ingeniero José Ernesto Peña, encargado de la construcción del Liceo Eugenio María de Hostos, al percatarse de que los trabajos estaban paralizados, pese a que había recibido el pago de la última cubicación. En tono enérgico y con evidente enfado, el mandatario conminó al constructor a retomar las labores el pasado lunes, bajo amenaza de rescindirle el contrato.El boche le vino bien al ingeniero Peña, pero él no es el único responsable del incumplimiento con lo pactado. El mismo boche le cabe a las autoridades educativas que no dan el debido seguimiento a los proyectos en ejecución para asegurar la calidad y la terminación en el tiempo acordado. La labor de supervisión y vigilancia es vital, no solo para garantizar la correcta construcción de las obras, es una forma de defender el patrimonio público, de asegurar la calidad y justificar la pertinencia de la inversión de los recursos estatales, por eso resulta plausible el llamado de atención del presidente Medina a un ingeniero incumplidor.Sobran los ejemplos de proyectos mal terminados, con inversiones multimillonarias y al cabo de poco tiempo la ciudadanía ve, con ojos perplejos, como se deterioran, producto de la mala terminación. Solo para citar uno, la avenida Jacobo Majluta fue reconstruida en varias ocasiones lo cual elevó la inversión estimada a niveles exorbitantes.Ojalá la firme actuación del presidente Medina sea interpretada por todas las instancias públicas como un llamado de atención a ser más vigilantes, más defensores de la calidad de la inversión para que tengamos estructuras y obras mejor construidas, duraderas y que justifiquen la inversión en el tiempo. Si así ocurriese… bienvenido y bien ganado el boche…señor Presidente y ¡manos a la obra! - See more at: http://www.elcaribe.com.do/2013/07/17/supervision-inversion-publica#sthash.G0ZKZEF7.dpuf

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