miércoles, 10 de julio de 2013

Clientelismo con algunos números

Mucho se habla de que la política dominicana es clientelista, es decir, que quienes apoyan un partido o un gobierno lo hacen con frecuencia porque reciben un beneficio. Además, para conseguir un empleo público u otra ayuda gubernamental, es favorable ser miembro de un partido o tener un “enllave” que agilice el trámite. Es común conocer casos específicos quesustentan este argumento, pero no es fácil constatarlo con información aplicable a la población en general. Una forma de acercarnos a conocer la magnitud del clientelismo es con datos de encuestas.Tomando los datos del Barómetro de las Américas 2012, calculé el porcentaje de personas encuestadas que dijo ser empleado público (15.1%) y el porcentaje que dijo tener, o alguien en su hogar, una tarjeta desolidaridad (31.3%). Del 15% de empleados públicos, 5.7% tenía tarjeta de solidaridad y 9.4% no la tenía. De los que no son empleados públicos, 23.4% dijo tener la tarjeta y 61.5% dijo no tenerla. Si sumamos 15.1% de empleados públicos (con o sin tarjeta) y 23.4% que no son empleados públicos pero tienen la tarjeta de solidaridad, encontramos que 38.8% de los hogares de las personas encuestadas son beneficiarios directos del gobierno a través de empleospúblicos, tarjetas de solidaridad, o ambas cosas. Si la identificación partidaria no afectara los nombramientos en el gobierno ni la entrega de tarjetas,es decir, si no hubiera clientelismo político, encontraríamos que ese 38.8% de beneficiarios directos del gobierno no tendría una inclinación mayor hacia ningún partido. ¿Es o no es así? Veamos algunascaracterísticas políticas de los beneficiarios directos de empleos públicos y tarjetas de solidaridad. El 44.8% dijo simpatizar por el PLD, el 22.6% por el PRD, 2% por otros partidos y 30.6% por ningún partido. Como vemos, no todos los beneficiarios se inclinan por el partido oficial, pero el PLD encabeza las preferencias. Entre la población no beneficiaria, la simpatía partidaria se distribuyó de la siguiente manera: 24.6% por el PLD, 34.6% PRD, 2.4% otros partidos y 38.3% por ninguno. Es decir, entre los no beneficiarios hay más simpatizantes de la oposición o de ningún partido que del PLD. ¿Simpatizaba ese 44.8% por el PLD antes de obtener su beneficio, o fue la simpatía partidaria un resultado del beneficio? Esto no es posible responderlo con los datos disponibles, pero cualquiera sea la direccionalidad de la causalidad, lo que estos números revelan es que hay un vínculo entre beneficiarios y simpatía partidariaa favor del partido en el poder. Debido a la alta correspondencia enla República Dominicana entre participación política y social, también encontré una correlación entre acceso a beneficios gubernamentales y participación en organizaciones comunitarias. Mientras solo el 8.8% de las personas que no participan en ninguna organización comunitariason beneficiarios directos del gobierno con empleos públicos o tarjetas de solidaridad,el 72.5% de quienes participan en dos o más organizaciones sociales sí lo son. ¿Son estas personas agentes sociales de sus beneficios gubernamentales, o son cooptados por el gobierno por su alta participación social? La pregunta queda en el tintero porque no hay números para responderla con precisión. Sea usted el jurado. Para finalizar, no toda acción clientelar es producto de un cálculo racional entre personas desconocidas, donde una ofrece un beneficio material a cambio de apoyo político. El clientelismoes una experiencia relacional, con frecuencia entre personas conocidas, que mantienen una relación decodependenciaque favorece la identificación política o el voto condicionado. Por eso en el país hay tantos activistas políticosque pululan por los barrios.

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