lunes, 22 de julio de 2013

Amor de lejos, cuando papá no puede estar a tu lado

Ser padre a distancia no debería conllevar al alejamiento emocional. La separación física puede compensarse si se buscan alternativas, siempre con la expectativa de lograr la mejor relación entre padre e hijos. Ya sea porque el padre es divorciado, trabaja en otra ciudad o no tiene tiempo para compartir con sus hijos, tanto él como el hijo sufren el dolor de estar separados, el hijo extraña a su papi y el padre responsable se siente angustiado y con culpa, al sentir que no brinda la calidad de tiempo y el afecto que requieren sus retoños. Entonces es necesario que se tomen cartas en el asunto para tratar de reparar el daño que esta distancia produce en el hijo, que es el más vulnerable, pues puede sentirse abandonado y poco valorado. La psicologa Irene García explican que hoy en día, aun cuando no puedan suplir íntegramente los beneficios de la proximidad física, los recursos de telecomunicación disponibles facilitan en grado alto mantener este tipo de relaciones de una manera más directa y fluida. La comunicación verbal cotidiana y sin estrictas limitaciones de tiempo, además de la posibilidad de contacto visual a través de la pantalla en la conversación cara a cara, constituyen posibilidades de gran valor en el sentido de la oportunidad de que ambas partes se involucren en el vínculo de manera más profunda y real. Construir una relación saludable estando lejos. El padre de niños o adolescentes que por razones de trabajo u otras se ve obligado a un distanciamiento físico prolongado debe tener en cuenta que mantener esa buena relación no sólo depende de su cumplimento económico del compromiso con la manutención y educación de los primeros y de que la madre u otros familiares se encarguen de mantener viva esa imagen paterna geográficamente lejana. “Tanto o más importante es trascender esa lejanía para construir un acompañamiento a los hijos afectiva y cognitivamente cercano”, explica Irene García, quien además es terapeuta especialista en violencia intrafamiliar, atención infantil y orientación psicológica profesional, del Centro Vida y Familia. Así mismo explica que eso se logra a través de una comunicación regular, clara y directa con ellos. Es decir, no sólo se trata de interesarse por sus vidas sino también de hacérselo sentir. Demostrarles que quiere conocer su día a día y que está listo para apoyarles directa o indirectamente, y para orientarles cuando sea necesario. Pase a

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